La frase “not your keys, not your coins” es uno de los mantras del ecosistema cripto, muchas veces incluso repetida hasta el hartazgo. Sin embargo, su significado es de vital importancia, constituyendo una verdadera advertencia: quien no tenga control sobre sus llaves privadas, no será verdaderamente “dueño” o “propietario” de los fondos que tenga en la wallet respectiva.

Como ya hemos hablado en este artículo sobre la importancia de la descentralización, uno de los principales peligros que representan las plataformas centralizadas es el hecho de que, al tener dicha plataforma o exchange control sobre las llaves privadas, los fondos depositados por los usuarios no pertenecen realmente a estos últimos. Sería como si tuviéramos nuestros ahorros depositados en un banco (con los riesgos que ello representa). En definitiva, será luego cada usuario el que decida dónde y cómo resguardar sus criptoactivos, pero es importante tener presente los pros y contras de dicha decisión.

Muchas veces, se termina desestimando o restando importancia a los peligros mencionados, hasta que se produce algún hecho que nos recuerda la importancia de tener control sobre los propios fondos: el corralito del 2001 en Argentina desnudó las peores falencias del sistema bancario tradicional, provocando que, hasta hoy en día, mucha gente no confíe nunca más en un Banco para dejar sus ahorros; en el ecosistema cripto, la caída de Celsius Network generó un impacto curiosamente similar.

Celsius Network era una plataforma de lendingand borrowing que permitía a sus usuarios depositar sus activos a cambio de un interés (yield) o tomar prestado determinado activo a cambio de un depósito en garantía (collateral) y del pago de un determinado interés. En mayo de 2022, Celsius Network aseguraba tener 1,7 millones de usuarios y unos activos bajo gestión de casi 11.700 millones de dólares. Sin embargo, como consecuencia de la adopción de estrategias financieras agresivas (mediante las cuales la plataforma obtenía el yield que le pagaba a los usuarios que depositaban en su plataforma), sumado a condiciones adversas del mercado cripto, Celsius sufrió una corrida bancaria, debió prohibir los retiros de los usuarios y, finalmente, terminó presentándose en quiebra en Julio de 2022. Esto representó un durísimo golpe para el ecosistema cripto, ya que Celsius era un actor muy relevante; pero más duro para sus usuarios, que se quedaron sin la posibilidad de poder retirar sus fondos de la plataforma.

La presentación en quiebra de Celsius inició una aguerrida disputa legal entre la plataforma y los distintos acreedores de la misma, ya que todos quieren recuperar la totalidad de sus fondos o cobrar el 100% de sus créditos. En el marco de dicho proceso, Celsius solicitó autorización para poder vender 18 millones de dólares en stablecoins (que habían sido depositadas por los usuarios) para poder financiar sus gastos operativos durante el proceso de bancarrota, lo cual provocó la oposición de distintos participantes del procedimiento.

Finalmente, el juez a cargo de la bancarrota de Celsius decidió autorizar la venta de las stablecoins solicitada. El principal argumento del magistrado fue el siguiente:

Gran parte de depósitos de los usuarios de Celsius (aproximadamente 4200 millones de dólares) fueron realizados bajo el programa “Earn”, el cual les otorgaba rendimientos a cambio del depósito de sus activos en la plataforma. Previo a poder participar de dicho programa, los usuarios debían aceptar los términos y condiciones de Celsius, los cuales contenían una cláusula que establecía expresamente que los fondos depositados pasaban a ser propiedad de la plataforma y que, en caso de producirse la bancarrota de Celsius, esos fondos no iban a poder ser recuperados.

En base a dicha circunstancia, el juez decidió entonces que los usuarios que ingresaron al programa Earn tenían un contrato válido con Celsius, y que los términos y condiciones eran expresos en que, una vez depositados, los fondos de los usuarios pasaban a ser propiedad de la plataforma. Por lo tanto, declaró que los fondos afectados por dicho programa son propiedad de Celsius y, por lo tanto, pasarán a formar parte del patrimonio que será utilizado para pagar a los acreedores de la plataforma.

Esto fue un duro golpe para los usuarios de Celsius, ya que no solo perdieron la posibilidad de retirar los fondos depositados, sino que también esta decisión los coloca al final de la fila de acreedores a pagar, por lo que es muy difícil (considerando los importantes pasivos que tiene Celsius) que puedan recuperar la totalidad de sus tenencias. Sin embargo, hay una luz de esperanza: los usuarios aún tienen la posibilidad de invocar la existencia de fraude o incumplimiento del contrato por parte de Celsius, así como también es probable que múltiples reguladores estatales planteen la invalidez de los términos y condiciones del programa Earn de Celsius.

El presente caso, sin dudas, deberá ser seguido de cerca, ya que también marcará precedente para otros casos más recientes de bancarrotas cripto, como el caso de FTX, Voyager y BlockFi.